domingo, 21 de junio de 2009

En el interior del ojo

La noche…
su vestigio señala epidemias de panteón
por sus poros exhala moribunda
el tráfago entumido a su movilidad de sincronía.

Circular en sus juegos       amenaza,
insiste en la orfandad de mis acciones
que divagan suspendidas
sobre fétidas excreciones y densas estampidas de humo.

Insistencia mía por llevar un disfraz
por pasar de largo, inadvertido,

Durante el día      un latigazo de sol ha derretido mi forma
y bebió en mis pozos la escasa gota de silencio

En el cráter de mis cuencas       el desvelo
párpados que cierran instantes sometidos
al sueño y la vigilia

El cráter de la noche, es el desvelo
cierro lapsos sometidos
al sueño y la vigilia.

Los reflejos caminan entre asfalto tieso,
sin perderse,
van sucediendo las bocas del instante,
a punto de abrirse, cerrarse     conmigo     adentro.